El país del "tocomocho".

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No se si es el "tocomocho" el timo que más se asemeja a la situación en la que nos vemos inmersos, pero se le parece bastante.

Una crisis que no cesa, obreros en paro, estafas y robos de altos cargos, ERES, despidos, nóminas sin pagar, embargos de viviendas, bancos que presentan beneficios restringiendo al máximo sus líneas de crédito y un largo etc. definen la actual situación, mientras nuestros dirigentes políticos buscan "brotes verdes".

Este es el pan de cada día en prensa, radio y televisión. Lo realmente grave es que, detrás de cada noticia, hay un verdadero drama humano de incertidumbre y angustia por no poder hacer frente a la situación.

El actual gobierno no lo está haciendo bien, o por lo menos no todo lo bien que se presume de un gobierno de izquierdas. Las medidas adoptadas son meros parches para seguir "montado en la burra a ver si sale del charco", simplemente pasar tiempo a ver si la cosa empieza a marchar por sí sola y retomamos el camino donde lo dejamos.
La "propuesta estrella" por parte de la oposición no me sorprende, abaratar el despido, o sea, más precariedad laboral y aumentar los beneficios de los empresarios a costa de los trabajadores, más empleo basura... Permitidme que me ría, aunque no me haga ninguna gracia. Es lógico, es la derecha de toda la vida mostrando su verdadera cara, defienden sus intereses y los de los suyos, que para nada se corresponden con los intereses de los que les votan en la mayoría de los casos; como dice un buen amigo mío "no se puede ser más tonto que un obrero de derechas...".
Yo, propondría el mismo tipo de contrato que propone Rajoy para ellos mismos y para ciertos funcionarios apoltronados en un contrato vitalicio que pagamos todos, y que podrían ser claramente prescindibles... En fin, lo dicho, viniendo de quien viene, no se puede esperar más.

Un dato a tener en cuenta: El salario medio en España se sitúa en los 21.500 euros brutos al año, lo que supone casi la mitad de la retribución de más de 40.000 euros de Reino Unido, Holanda y Alemania, y un 20% inferior a la media de la UE, según un informe elaborado por Adecco y la escuela de negocios IESE, sobre la evolución del salario en 14 países europeos entre 2003 y 2008. Esto quiere decir que los empresarios representados por la CEOE mienten cuando dicen que es fundamental no se suban los sueldos como medida para aumentar el empleo y mejorar la competitividad.

Al obrero español se le ha engañado, y cuando hablo de "obreros" incluyo autónomos y pequeños empresarios, se le ha hecho creer que era un "pequeño burgués" por tener un trabajo precario, una casa a pagar en treinta años y conducir un Mercedes, que en la mayoría de los casos iba incluido en el crédito hipotecario, incluso se le ha dado la opción de especular con su vivienda (recordemos que la vivienda es un derecho constitucional y como tal debería estar protegido para evitar su especulación). Mientras la cosa marchaba disfrutaba de un estatus que no correspondía con sus posibilidades económicas.
Todo era perfecto (hoy nos damos cuenta de que no era tan bonito), con un trabajo precario se podía disfrutar de todo esto: "¿para qué me voy a preocupar por los derechos de los trabajadores si yo soy un afortunado? Es más, ya no soy un obrero, tengo Mercedes y un adosado en las afueras".
Todos ganaban, bancos (los que más), constructoras (para que contaros...), inmobiliarias (¡que poquitas van quedando...!"), ayuntamientos (de los que nadie habla pero que también sacaban buena tajada...), "untados" (todos sabemos a quién se "untaba" para conseguir tal o cual favor...), empresas del ramo de la construcción (fontanería, electricidad, pavimentos, muebles...) y un sin fin de gremios que participaban de este "Milagro Español", como se le conocía en Europa. En el último término estaba el obrero, en todo este tiempo ni se preocupó por pelear, por aumentar sus beneficios sociales en esta etapa de falsa bonanza, no había tiempo para huelgas, pero sí para destajos...

Pero llegó la crisis de la construcción, destapó el "gran tocomocho" del que estábamos siendo víctimas y en el que caímos como corderos.
No nos vamos a llevar a engaños, la crisis mundial nos a afectado como a todos, pero la verdadera crisis ha sido la de la caída de la construcción. De la crisis financiera hubiésemos salido como cualquier otro país de Europa, la diferencia es que nuestro país ha basado todo el sistema económico en la especulación inmobiliaria, y reconvertir este sector tan grande en otro sector productivo va a costar años.
El obrero ha quedado bastante peor que estaba antes del boom inmobiliario, con una hipoteca enorme, un coche que ya no le interesa mantener, los convenios colectivos y beneficios sociales prácticamente congelados... y en paro.

Quizá esta crisis nos haga reflexionar sobre cuál es el papel que ocupamos en esta sociedad, si el de obrero o el de burgués. Lo que está claro es que podemos elegir a nuestros representantes, tanto sindicales como políticos, y que si no nos gusta lo que vemos, a la hora de votar lo podemos cambiar en consecuencia.

Como curiosidad, hace un tiempo publicaban en publico.es una encuesta realizada por la Fundación de Cajas de Ahorro (FUNCAS) en la que decía que un 43% de los españoles no confía en la actual gestión de la crisis por parte del Gobierno, ni cree que el PP pudiera hacerlo mejor.
Sinceramente yo tampoco lo creo, sus políticas se parecen tanto que para nada pueden considerarse de izquierdas. Salud.

Etiquetas: Crisis,Economía,Empleo,Opinión,Paro,Política,Sociedad,Tocomocho