¡¡¡Ni una más!!!

La tahona



M… es una joven de 18 años, su pelo y piel son morenos, oscuros sus ojos. Vive en un barrio humilde (casi chabolista) de una norteña y superpoblada ciudad, fronteriza con un país riquísimo. Allí comparte una casucha con sus padres y los cinco hijos pequeños del matrimonio. No recuerda, era aún una niña que no levantaba un metro del suelo, cuando sus padres decidieron salir de su aldea del interior del país, donde la pobreza les obligó a buscar una oportunidad para una familia, ya por entonces numerosa, que tenía la fea costumbre de querer comer todos los días, y dieron con sus huesos en este barrio. M… nunca fue a la escuela, desde muy pequeña trabajaba para poder llevar algo de dinero a casa. Ahora, desde hace unos años, tiene un trabajo mucho mejor, lo hace en una fábrica de equipos electrónicos, donde ensambla diferentes componentes (relex, transmisores…) en las placas electrónicas, que luego serán exportadas al país vecino por un precio ridículo. Trabaja por un mísero sueldo en un horario muy flexible, muy largo más bien, pero con lo que gana ayuda a mantener la fea costumbre de que su familia coma todos los días. Un día, tras otra agotadora jornada laboral, sale del trabajo y se dirige hacia su hogar en el suburbio, se despide de sus compañeras de trabajo y encamina sus pasos por la carretera. De repente, un coche para a su lado y, en décimas de segundo, una garra la sujeta y la introduce en el habitáculo del automóvil… Tres días después, su familia, tras haber recorrido de punta a punta la ciudad, va a la comisaría de policía por decimoséptima vez, donde el mismo funcionario con aire somnoliento y cansado, les vuelve a decir que están en ello, que aparecerá. Pero lo hace de una forma tan descreida que se temen lo peor… Quince días después, en un descampado frente a un gran centro comercial, unos niños jugando, encuentran el cuerpo de una mujer mutilada, degollada, violada… M… llevaba ya diez días muerta…



Esta es una historia ficticia, que no debería ser más que un macabro cuento salido de una negra imaginación ( y hasta, posiblemente, de mal gusto). Pero a M… le podemos llamar Lilia, Violeta o Alma, la ciudad bien podría ser Ciudad Juárez (México), donde desde 1993, 600 mujeres han desaparecido, 300 de ellas han sido encontradas muertas: torturadas, violadas… Esto sólo son cifras, pero son unas 60 mujeres por año, ¡1 por semana¡ Mientras, la machista sociedad mejicana no soporta que sean mujeres como M…, las que sostengan a la familia, y los políticos y autoridades del país Norteamericano echan tierra sobre el asunto y no intervienen. Es un problema que parece que no exista para estos corruptos políticos, más preocupados en mejorar las relaciones con el Gran Vecino, que en apoyar a sus ciudadanas.

Diferentes organizaciones, como A.I. y otras, tanto a nivel local como a nivel internacional, intentan que cada vez más gente se involucre, y acabemos con esta vergüenza. Si queréis informaros sobre este macabro tema, y realizar alguna de las acciones urgentes.
En www.redfeminista.org podréis colaborar con las diversas campañas abiertas en favor de los derechos de la mujer y en definitiva de los derechos humanos en todo el mundo.

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