Insistimos y el tiempo nos sigue dando la razón.

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De nuevo, y por varios años consecutivos, la celebración de San Pedro se sume en el absurdo, una orquesta "buenísima" y escasamente una veintena de personas disfrutando de ella.
¿No era mejor haber celebrado la Misa y dejar la orquesta para el viernes o el fin de semana?

Insistimos a nuestro responsables locales en la "Propuesta del 2007".




¿Qué es lo que puede haber pasado para que nuestra fiesta de San Pedro, tenga menos éxito que nuestra humilde fiesta del verano?

La fecha.

Organizar  una fiesta un jueves, siendo el día siguiente laborable, con las características propias de nuestro pueblo, es una soberana estupidez.

Características de nuestro pueblo.

Tenemos que asumir que ya no somos el pueblo de 840 habitantes censados, como en 1960; somos un pueblo de menos de 400 habitantes, con un envejecimiento de población de más del 30%, con una población joven que ya no reside, en su mayor parte, en Tarazona, y los que residen tienen que ir a trabajar fuera del pueblo al día siguiente.
Lejos quedan ya aquellos años en los que San Pedro se celebraba con los Quintos, cuando había jóvenes que trabajaban, estudiaban y vivían en el pueblo... Hay que superarlo y adaptarse a las nuevas circunstancias.

Pueblos de la zona

Tienen exactamente la misma problemática que nosotros. Si a ésto le añadimos los problemas de desplazamiento, ya conocidos, el resultado es que no nos visita nadie, como hemos podido comprobar. Si no estamos los del pueblo... ¿cómo van a venir los de fuera?.

Ilusión

Este puede ser uno de los factores fundamentales, a la gente hay que motivarla, hay que contar con ella en la organización de una fiesta, de nada sirve traer una gran orquesta si no hay nadie para poder escucharla.
Hay que darle publicidad, desde este medio hemos hecho todo lo posible por publicitar nuestra fiesta, de forma totalmente desinteresada, nadie se ha puesto en contacto con nosotros para darnos algún detalle y los que lo han hecho, no sabían nada, incluso siendo residentes de nuestro pueblo.


En definitiva, seguimos pensado como si fuésemos un pueblo grande, seguimos empeñados en conservar tradicionalismos, que no tradiciones, que no llevan más que a gastos inútiles.
Cuando se organiza una fiesta, se trata de que la pueda disfrutar el mayor número de gente posible, que los negocios que se nutren de este tipo de eventos puedan hacer una caja que no hacen durante el año.
Y sobre todo el carácter de encuentro de personas, si no fuese por estas ocasiones no se acercarían a nuestro pueblo.

Para organizar una fiesta hay que contar con la gente, hay que escuchar sus propuestas, hay que estar abierto a cambios, por el bien de la propia fiesta y de sus participantes, y, sobre todo, hay que adaptarse a la situación actual.

Al año que viene será viernes y no hace falta que digamos que todo va a cambiar, será posible más participación y parecerá una fiesta totalmente distinta.
En unos meses celebraremos San Miguel, en miércoles... ¿cometeremos los mismos errores? ¿seguiremos pensando que sin gente se puede celebrar una fiesta? Por nuestra parte, lo tenemos claro.

Etiquetas: Despoblación,Fiestas,Noticias Locales,Opinión,San Pedro