5/15/2009
La tahona
Esta temporada de caza con galgos está viéndose afectada por la falta de liebres.
No es fácil el adivinar las causas que producen el descenso de esta especie cinegética de un año para otro.
Entre las posibles causas sean las dificultades de cría por las dificultades climatológicas característicos de nuestra zona, el aumento de depredadores zorros, águilas, técnicas agrícolas...
El número según nos cuentas los cazadores se ha reducido considerablemente, por lo que se ha tomado la decisión de no cazar por esta temporada. Una decisión muy polémica por las altas costas del nuevo coto federado pero, en nuestra opinión acertada y por otro lado de una lógica abrumadora "si no hay liebres no hay caza y si se cazan este año las pocas que hay, al año que viene habrá menos crias".
La caza debería de ser entendida como un deporte y además como un control de especies que pudiesen superpoblar determinadas zonas. Estos viejos argumentos ya olvidados por meros intereses económicos están poniendo en riesgo el control de población de determinadas especies y del deporte en si mismo.
Las técnicas de caza utilizadas en nuestro pueblos en ciertos casos rozan la ilegalidad, como ejemplo el soltar más de dos galgos por liebre o el cazar en días no permitidos, osea el furtivismo.
En cotos tan pequeños como el nuestro, el aumento del número de cazadores también es un problema para el desarrollo normal de esta actividad, que en algunas zonas se le está dando la solución de cazar por turnos, descansando un fin de semana cada grupo de cazadores para tratar de hacer las "manos" más cortas.
En cualquier caso las soluciones pasan por la concienciación de los amantes de este deporte. En muchos casos enbuelto en polémicas por su mala gestión y maltrato animal de los que se dicen amantes del galgo.
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